Maternidad. Dorothea Tanning

Maternidad1946-47 

No tuvieron hijos. Al parecer por decisión propia pues sentía la limitación de libertad y crecimiento que supondría en su vida como artista. 
Entiendo de este cuadro que es una despedida final de esa posibilidad. Al fondo una velas tensas por el viento dibujan un cuerpo gestante anclado al suelo. Ella lleva el camisón hecho jirones tras una batalla y un gorrito infantil como el de su bebé. En la escena tan triste, el único en paz es el perro-niño que nos observa.

Nuestra compañera Anabel nos comparte este texto:

UNA TARDE CON Dorothea Tanning
Por Anabel de la Rosa

Gracias Dorothea. No creo que fuera fácil en tu tiempo ser una mujer tan "echá palante", tan lanzada. Es una suerte que haya mujeres como tú que portan el estandarte de la libertad de la mujer desde la disciplina de las artes, y tu arte es sensiblemente y especialmente singular.
Yo nunca he entendido mucho el surrealismo en pintura, pero gracias a tus cuadros he podido profundizar más en este estilo, y me he atrevido a interpretar lo que nos querías decir con tus atrevidas figuras, con esas escenas rompedoras en la que todo parecía un desconcierto, pero que al mirarlo con atención, cada cosa se recolocaba y ofrecía un sentido. Siempre un sentido en favor de la mujer, en apoyo a sus necesidades emocionales, sexuales, afectivas...
Después de pasear contigo la tarde del jueves en el emblemático Reina Sofía, me queda en la memoria fuertemente cómo te has expresado en tu cuadro llamado “Maternity”. Esa madre con su hijo perfectamente ataviados con los gorritos de blondas y lazos, todo colocado y bello, me hizo pensar en la faceta de la superficialidad social que de puertas hacia fuera se puede esperar de una madre y su hijo , una compostura cuidada y de cumplido con lo esperado, pero la cosa cambia mucho si miramos hacia abajo de esa madre, que en el cuadro puede simbolizar el "hacia dentro" de la persona, ahí todo cambia y se convierte en desastre. Si dirigimos la mirada de tronco hacia abajo aparece el desgarro total, el deterioro y hasta la desesperación se puede traslucir.... esa parte del cuadro me evoca la expresión del dolor que muchas mujeres arrastraban por el hecho de tener que ser madres forzosas, pues la maternidad no era más que una petición social convertida posteriormente en una condena, algo que se exigía por ser mujeres. La expresión triste y perdida de la mirada de esa madre, también hablaría de este dolor.
Sí, la mujer quiere expresar su amor, y necesita dedicarse a otros seres; para Dorothea su perro cumple esta función perfectamente y puede ser la compañía perfecta sin necesidad de dedicar su vida a otro ser humano, como se nos pide desde los cánones de la maternidad , la cara del perro que aparece en este cuadro, habla por sí solo de esté hecho .
Dorothea, desde aquí te doy las gracias por pintar la vida desde nuestra habitación: la habitación de las mujeres
Gracias por invitarme a pasar la tarde contigo, con tus emociones, tus familiares, tus esculturas, tu marido, tu querido perrito, tu forma de ver el arte y la feminidad...
Y gracias a ti , querida Luisa, por propiciar este genial encuentro con una artista tan singular y especial.
Anabel de la Rosa



Comentarios

  1. Yo a este cuadro de Dorothea lo llamaría "Maternidad Rota", desprende una gran tristeza relacionada con el hecho de ser madre, y me conecta con el recuerdo de mis propios sentimientos de tristeza hacia mi madre por su sacrificio de criar a los hijos.

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