Lempicka. La baronesa del pincel.
Nana de Herrera. 1929 |
En 1939 orientó a su marido para que vendiera sus posesiones antes de salir huyendo de la invasión nazi que vio venir. ¿Dónde iba a ir una dama que había competido con el Rey Sol en brillo y lujo? Había un sol más radiante todavía: La meca del cine, rodeada de los astros y estrellas de moda a cual más fulgurante donde poder medirse a sus anchas. Mientras Europa iba a la guerra, los Kuffner emigraron a Hollywood donde compran la antigua casa de King Vidor gran escenario para las magnificas fiestas antes de establecerse en un dúplex palaciego en la Quinta Avenida de Nueva York.
Conocida como la 'Baronesa con el pincel' se ganó un puesto en la prensa junto a las famosas estrellas. Pero algo había cambiado, Tamara perdió la dirección, comienza una etapa de depresiones. Ya no tenia la piel esmaltada de sus mujeres retratadas pero tampoco tenía que luchar por la fama y subsistencia en un mundo de lujo.
Como escaladora social no tenía rival pero París cede su capitalidad del arte a Nueva York que acoge a las vanguardias que traen los inmigrantes intelectuales que huyen de Europa nazi y poco después el expresionismo abstracto conquista el mercado. La edad del Art Deco, en la que prosperó, había terminado hacía tiempo.
Expresionismo abstracto. Pollock delante del mural de 1943 |
Recibe críticas duras en alguna exposición retrospectiva que la dejan cada vez mas sumida en la depresión.
"Para los artistas, parecía ser una diletante de clase alta, y para la alta burguesía parecía arrogante y depravada" Su pintura figurativa se convirtió rápidamente en un anacronismo.
En la década de 1960, renunció en gran medida a su carrera, aunque tuvo intentos que despiertan verdadera lastima de crear obra adaptada a los nuevos tiempos, incluso intento copiarse a sí misma en un esfuerzo por satisfacer demandas de posibles compradores. Finalmente tuvo que aceptar tanto la pérdida de apariencia como la pérdida de reputación artística.
Autoretrato II. 1974 |
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